Hola gente bella!! pudimos levantarnos este día luego de unas pocas horas de sueño, para vestirnos muy bien, con ropa ligera abajo y para el frío arriba, de manera que fuera fácil deshacerse de las capas extras una vez en el aeropuerto.
Despertar a los hijos no fué nada fácil, me daba dolor sacarlos del calorcito, de hecho la mitad de la ropa se las puse con ellos aún dormidos...
Cuando despertaron ni siquiera quisieron desyunar, pero logré que se bebiera cada uno senda taza de chocolate caliente con mucha azúcar.
Salimos de la habitación dejando todo en orden, y dejando de regalo algunas verduras o los potes de vinagre, aceite, azúcar.. etc.
Fue bastante fuerte la caminata hacia la parada del autobus, pero los niños colaboraron como si fuera adultos, por el esfuerzo, el frío fue mas llevadero.
EL 747 llegó justo a la hora programada y lo abordamos con ese sentimiento de nostalgia, con esa despedida silenciosa en la mirada...
Nos pasaron miles de cosas interesantes en esta ciudad, nos unimos como pareja, como familia, logramos desenvolvernos en otros idiomas. Vimos que sí se puede ser mejor como personas y como sociedad...
Tenemos tantísimas anécdotas!! Una vez en Venezuela, los cuentos se atropellan entre sí, Fran y yo los contamos gesticulando, haciendo la representación más real... es cómico vernos y todo el mundo pregunta y ríe...
Llegamos al Aeropuerto Internacional Pierre Elliot Trudeau... Buscamos unos carritos para nuestras maletas y nos fuimos directico al Check-in. Logramos que los trineos se fueran con las maletas en el compartimiento de carga, sólo que los tuvimos que llevar personalmente a un escanear grandote en la sala de "over-size". Los niños encantados con la perspectiva de poder usarlos en Cubiro o los médanos de Coro...
Esta vez nuestras maletas no estaban correctas de peso, por lo que tuvimos que sacar chaquetas, mudar ropa de sitio... (menos mal que no las habíamos forrado) hasta que logramos cumplir con el peso.
Estoy segurísima de que pregunté si las maletas las recogíamos en Toronto, como fue en el vuelo de venida y estoy segurísima que me dijeron que sí. Así que nos fuimos a esperar tranquilos el poco tiempo que nos restaba en la sala de embarque.
No sé a ustedes pero a mi me encanta volar con Air Canada, no tengo ni una sola queja, al contrario, siempre nos sentimos muy bien atendidos en todo momento... los aviones y el aseo, incluso las suavidad de los despegues y aterrizajes...
Creo que hemos sido tan afortunados con todo en este viaje, ningún retraso, perfecto clima, ni siquiera turbulencias!!, todo nos fluyó de maravilla hasta en Venezuela.
Estoy tan maravillada porque ya sabemos que somos del tipo de personas que no nacieron paradas, saben?
Nosotros nos abrimos paso a punto del triple esfuerzo en todo, pero somos tenaces, cuando decidimos ir por un camino, siempre ha habido un muro que aparece de la nada impidiendo el paso, pero nunca desistimos y derrumbamos el muro si es necesario a cabezazos...
En serio!! estamos tan acostumbrados a que las cosas no "fluyan" que nuestra sorpresa ha sido mayúscula este año, al ver como las aguas han tomado su cauce, el cauce que nos favorece!!
Sé que a muchos les perecerá exageración, pero quien ha vivido con nosotros nuestras luchas sabe lo que digo y si lee estas líneas, debe estar sonriendo y asintiendo!!
Deseo con todo el fervor que llevo por dentro que nuestro próximo paso sea así de fluido, tan perfecto como fué esta exploración!!
Tomamos muchas fotos dentro del avión... con nostalgia por lo que dejamos y emoción por llegar a Venezuela a ver a nuestra gente, a volver enriquecidos a nuestra "zona de confort" y descansar merecidamente.
Se nota mucho la cara de cansancio... pobrecitos mis hijos.... Han rendido como nunca antes!!
A pesar de que el vuelo era corto, Fran apenas se sentó se durmió... Empezó a liberar las tensiones y de hecho se relajó tanto que me dejó a mí la labor de llevarnos con éxito hasta Venezuela, y tuve que asumir el acuerdo tácito de inmediato, ni siquiera pude dormir media hora...
Les cuento que en los viajes internacionales te regalan los audífonos para ver películas, pero en los vuelos nacionales hay que pagarlos... Me traje muchos (free) en una sola pelota de enredo...
Cuando llegamos a Toronto estábamos mucho más relajados que la vez anterior y pudimos disfrutar más el paso por aeropuerto... o eso hasta la búsqueda de las "maletas perdidas"
Como me habían dicho que aquí retiraría las maletas, como en el viaje de Caracas-Toronto, nos fuimos directo a la banda transportadora asignada para nuestro vuelo, pasaba el tiempo y sólo salieron unas pocas maletas... pasaba el tiempo y nada...
Seguía pasando el tiempo y apagaron la banda transportadora. Ya nerviosos empece a preguntar... un empleado serio no quiso hacer el esfuerzo de entenderme y revisar bien mis tickets y me dijo que esperara con calma en la banda....
Esperamos cinco minutos más y me fuí con otro señor de seguridad que me mandó al tercer piso, luego a la puerta de embarque que nos tocaba y al llegar allí una chica me indicó que esta era la puerta, pero que volviera por las condenadas maletas, yo le expliqué lo que me sucedía y ella me dice que esté tranquila, que tengo tiempo de sobra, que me devuelva y ubique al encargado de Air Canada y le solicite ayuda... (CoÑ....) ese fué el primer señor al que le pregunté!!!
Armados de paciencia, ya que sabíamos que estábamos bien de tiempo, nos fuimos de regreso a la bendita banda transportadora que seguía igual de apagada...
Esta vez no me dirigí al mismo empleado, sino que veo otro que está revisando un conjunto grande de equipaje y hacía anotaciones...
A todas estas, todos estos diálogos los mantuve yo solita en inglés!! y yo nunca en mi vida he hecho curso!! Como me hablaban primero en inglés, me fuí por ahí...
Me llegué hasta donde estaba el señor que anotaba y ordenando mis ideas fuí lo más concisa que pude:
Good day, mister, I need help with my baggage, can you help me, please? Im lost.
El me dijo que con mucho gusto, que qué me ocurría...
I´m coming from Montreal with my family, and i´ll go to Caracas, Venezuela.
We must pick-up my baggage here? or in Caracas?
y le extiendo los boletos, él examina con cuidado los stickers del equipaje adheridos a mi billete y me responde con toda la seguridad del mundo que mis maletas iban directo a Venezuela, que me fuera tranquila a la puerta de embarque y al llegar a Venezuela las retiraría...
REALLY???
are you sure???
Sure!!
Sure, sure???
Yes, madame!! me dice con una sonrisa...
jaja me miraba con ternura como pensando, pobrecita...
Tan bello ese hombre!!! jajaja... me dió la información correcta por fín!! pero de todas formas nos fuimos dudosos a la puerta de embarque, dispuestos a preguntarle a otra señorita distinta...
Nos fuimos lento, hasta bebimos refrescos y dejamos que los niños descansaran un rato.
Cuando llegamos a la puerta de embarque (al buen rato) Nos encontramos a una señora de unos cuarenta y cinco a cinquenta años, a la que le extiendo los pasajes y empiezo a echarle mi cuento, como nos oyó hablarle a los niños en español, me dice:
Tranquila, yo hablo español (de España), ha tenido un buen año?
AY, GRACIAS A DIOS!! fue lo primero que salió de mis labios.... jajaa qué risa me da... ni siquiera sonreí al decirlo!!, al contrario tenía cara de tragedia... jajajja...
Le cuento todo mi drama, ella muy tranquila me dice que me indicaron bien, que las maletas se van directo a Venezuela y me enseña unas siglas y unas flechitas de los stickers en mi pasaje, la explicación exacta!!
Casi la besamos!! Nos alentó a pasar a la zona de embarque y todos nos deseamos felicidad y tralalá tralalá... jajaja
Ustedes se preguntarán por qué fui yo la que tomó las riendas... resulta ser que Fran resintió la salida de Montreal... luego de todo el mes de haber llevado la responsabilidad de nuestra seguridad y que yo dejara en sus manos todo lo que pude, él se durmió sintiendo que la fuerza se le había agotado, que no deseaba volver y al despertar quedó sumido en un estado poco proactivo, de hecho, fué inútil que le dijera que se moviera y preguntara, así me monté las pilas y él siguió mis acciones sin chistar ni criticar...
Lo comprendo perfectamente... y le agradezco su esfuerzo y confianza en mi, desde siempre, en realidad...
En esta oportunidad pasamos por sitios del aeropuerto por los que no pudimos pasar en la oportunidad anterior, como atravesar la escultura de hierro...
Como nos restaba el tiempo suficiente para almorzar, Fran nos trajo hamburguesas ricas que devoramos en la sala de espera junto con varios venezolanos más...
Itaca consiguió nuevas amiguitas... siempre es muy extrovertida y amistosa...
En el vuelo a Caracas mi niña por fin se durmió... las 5 horas!! sólo la despertamos para ir al baño, ya que el puesto de ella era en el pasillo...
Enmanuel fué entonces el fotógrafo por la ventanilla del avión...
Llegamos a Venezuela sin inconvenientes y retiramos todas nuestras maletas y los trineos completos.
Desde Montreal intentamos reservar habitación en algún hotel en Maiquetía y no fué posible encontrar ninguna libre... y pensar que habíamos comprado boletos para el día siguiente a las 4 pm hacia Barquisimeto... Mi madre, esto no se acaba!!!
La abuela Libia iba a matarnos por teléfono cuando le dijimos que nos tocaba pernoctar de nuevo en el internacional.... y dentro de todo tiene razón, pero ES QUE NO CONSEGUIMOS!!!
jajaja, les recomiendo a todos los que viajen que estén pendientes de este tipo de detalles!! Es muy matado... Logramos descansar tal como al inicio del viaje, sobre las chaquetas y con más personas a nuestro alrededor en las mismas condiciones... Pero no es lo recomendable PARA NADA...
Dentro de todo, les cuento que los niños estaban muy dispuestos a esta nueva noche de "camping" y nos dieron ánimos a los grandes... Aunque luego Itaca, presa del agotamiento armó pataleta diciendo y llorando que quería pasar la noche en su cama rosada... que se quería ir en taxi o caminando... UFFF... A duras penas la calmamos (no fue que le hicimos comprender) y la dormimos... Enmanuel sólo se acostó, cerró los ojos y no los abrió mas hasta la mañana.
La idea era que Fran y yo durmiéramos por turnos para mantener la vigilancia... sin embargo veníamos tan acostumbrados a la seguridad canadiense que nos relajamos sin querer y dejamos hasta el koala (con ddinero y papeles) abierto al alcance de cualquiera... una vigilante con la que Fran había estado conversando se nos acercó a decirnos que lo colocáramos de almohada...
Tratamos de hacer los turnos pero hubo lapsos en los que los cuatro roncamos como osos sin la protección de nadie... Era de esperar que nos muriéramos de repente...
Besos!! Acuérdense de mi cuando les toque dormir en un aeropuerto... jajaja, para que NO lo hagan!!
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