Nuestros diciembres siempre han sido de recogimiento, tratamos de tener paz y estar juntos, de manera sencilla, sin muchas fiestas, aunque a veces las fiestas nos encuentren, jeje.
Sin embargo es imposible no extrañar las constantes entradas de familiares a la casa, las compras de comida... En casa de la Abuelita Aura es tan natural reunirse y conversar que nos imaginamos cómo habrá sido este este día sin nosotros rondando...
En Montreal el ambiente navideño te abraza y te llena de ese sentimiento familiar propio de estas fechas.
Les cuento que aquí hay mucho interés por la familia, de hecho en los centros comerciales las tiendas cierran los domingos a las 5 pm. para que los empleados puedan volver con sus familias con más tiempo libre. Eso para nosotros fue impactante y revelador, ya que aunque creimos que aquí estábamos en uno de los grandes centros del capitalismo y el consumismo, hay una manera distinta de ver la vida y la familia, hay interés por la superación personal y familiar... En Venezuela es inconcebible que en pleno domingo te cierren las puertas de las tiendas en la cara a esas horas, todo lo contrario...
Este 24 Fran acompañó al primo Gabriel a hacer sus compras navideñas y se les hizo tarde, por lo que no lograron completarlas ya que las tiendas cerraron temprano también por ser nochebuena y víspera de navidad... Comprensible totalmente.
Fran trajo los regalos de pre-navidad para los chamos y cuando llegó empezamos a comer chocolates y armar juguetes!!
La cena fué insólita, nada de hallacas! comimos comida china muy rica... jajaja fuera de todo esquema...
Nos acostamos temprano para que Santa pudiera venir a colocar los regalos en el árbol de navidad que Itaca dibujó... lamentablemente Itaca no conciliaba el sueño y eso me amargó un poco, por que yo tenía mucho sueño y ni ella ni Fran colaboraban.... Enmanuel tan bello cerró sus ojitos y se durmió abrazado a mí sin ningún problema...
Nuestros niños comparten todas las tradiciones que les dejen regalos, en Canadá llegará Santa y el niño Jesús llegará en el arbolito de las abuelas.... Es tan dulce ser un niño o una niña queridos, amados y consentidos. Tengo mucha suerte de ver a mis hijos reír ser felices, sentirse amados y respetados. Deseo este sentimiento para todas las madres del mundo, y deseo para todos los niños del mundo el amor, el respeto y la dedicación que se merecen, no sólo en navidad, sino día a día... Si algún reclamo le hago a la humanidad es no esforzarse por todos sus niños...
Espero sinceramente que esta nochebuena haya sido para los que leen estas líneas una noche feliz, plena de la dicha familiar, con comida rica y dulces sueños!!
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